China’s expansion in global exports has been a significant factor in North America’s declining share, according to Ramirez de la O, an economic expert. Over the past 22 years, China has seen its global exports rise from 3.8% to 14%, while North America’s share has slipped from 19% in 2000 to 13% in 2022. This observation was made during an event attended by high-profile Mexican officials.
Ramirez de la O highlights the importance of recognizing this trend and taking action. He emphasizes the necessity for both Americans and Mexicans to demand their fair share of global demand. This requires a shift towards producing more than they consume, as both nations heavily rely on Chinese-made goods for their households. Therefore, he suggests the implementation of changes in investment and production policies to reduce dependence on imports and encourage domestic production.
Despite the implementation of the US-Mexico-Canada Agreement (USMCA) in 2020, which aimed to strengthen trade ties within the region, Ramirez de la O warns that North America remains heavily reliant on imports from China. Canada depends on China for 13.5% of its total consumption, whereas the US and Mexico have even higher levels of dependence at 16.5% and 19.6% respectively. In contrast, China is only 8.8% dependent on imports from North America.
The incoming economy minister, Marcelo Ebrard, supports Ramirez de la O’s message and plans to continue the integration of the Mexican and American economies when President-elect Claudia Sheinbaum assumes office in October. This focus on economic cooperation aligns with the goal of maintaining a balanced and mutually beneficial trade relationship with China.
The growing tensions between China and the United States have placed Mexico’s relationship with China under scrutiny. The Biden administration aims to prevent Chinese companies from circumventing tariffs and sanctions through the exploitation of the USMCA rules. Former President Donald Trump has also voiced concerns about China’s influence in trade, highlighting the need to address this long-standing issue.
In conclusion, China’s rise in global exports has had a significant impact on North America, prompting the need for increased focus on domestic production and reducing dependence on Chinese imports. The region must strive to achieve a fair share of global demand and work towards a balanced trade relationship with China while fostering economic cooperation within North America.
La expansión de China en las exportaciones globales ha sido un factor significativo en la disminución de la participación de América del Norte, según el experto económico Ramirez de la O. En los últimos 22 años, China ha visto cómo sus exportaciones globales han aumentado del 3.8% al 14%, mientras que la participación de América del Norte ha caído del 19% en 2000 al 13% en 2022. Esta observación se hizo durante un evento al que asistieron altos funcionarios mexicanos.
Ramirez de la O resalta la importancia de reconocer esta tendencia y tomar medidas. Él enfatiza la necesidad de que tanto los estadounidenses como los mexicanos exijan su parte justa de la demanda global. Esto requiere un cambio hacia la producción de más de lo que consumen, ya que ambas naciones dependen en gran medida de los productos fabricados en China para sus hogares. Por lo tanto, sugiere implementar cambios en las políticas de inversión y producción para reducir la dependencia de las importaciones y fomentar la producción nacional.
A pesar de la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) en 2020, que tenía como objetivo fortalecer los lazos comerciales dentro de la región, Ramirez de la O advierte que América del Norte sigue dependiendo en gran medida de las importaciones de China. Canadá depende de China para el 13.5% de su consumo total, mientras que Estados Unidos y México tienen niveles aún más altos de dependencia, con un 16.5% y un 19.6% respectivamente. En contraste, China solo depende en un 8.8% de las importaciones de América del Norte.
El próximo ministro de economía, Marcelo Ebrard, respalda el mensaje de Ramirez de la O y tiene planes de continuar la integración de las economías mexicana y estadounidense cuando la presidenta electa Claudia Sheinbaum asuma el cargo en octubre. Este enfoque en la cooperación económica se alinea con el objetivo de mantener una relación comercial equilibrada y mutuamente beneficiosa con China.
Las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos han puesto en tela de juicio la relación de México con China. La administración Biden tiene como objetivo evitar que las empresas chinas evadan los aranceles y sanciones a través de la explotación de las reglas del TMEC. El ex presidente Donald Trump también ha expresado preocupaciones sobre la influencia de China en el comercio, destacando la necesidad de abordar este problema de larga data.
En conclusión, el aumento de las exportaciones globales de China ha tenido un impacto significativo en América del Norte, lo que hace necesario aumentar el enfoque en la producción nacional y reducir la dependencia de las importaciones chinas. La región debe esforzarse por obtener una parte justa de la demanda global y trabajar hacia una relación comercial equilibrada con China, al tiempo que fomenta la cooperación económica dentro de América del Norte.