México en busca de respuestas para los desaparecidos

En noviembre, Susana García Colorado recibió una llamada de un hombre que decía ser de la comisión del gobierno mexicano encargada de encontrar a las más de 100,000 personas oficialmente clasificadas como “desaparecidas”.

“Tuvimos información de que su hermano ha aparecido”, le dijo. “Nos gustaría tener una entrevista con él”.

Eso fue una sorpresa para ella. Verificó con familiares, amigos de su hermano, antiguos compañeros de trabajo, la policía y el hospital donde él trabajaba en la ciudad portuaria de Veracruz. Nadie había visto ni oído hablar de Osvaldo Julián García Colorado desde octubre de 2020.

“Todo fue una mentira. Mi hermano aún está desaparecido”, dijo. “Y todo seguía igual”.

Excepto por una cosa: el nombre de su hermano fue eliminado del registro en línea del gobierno de las personas desaparecidas.

El gobierno ha estado depurando lo que dice son entradas falsas, incluidos nombres duplicados y casos de personas que están muertas o que se descubrió que están vivas en casa o en cárceles. Pero según sus familias, muchas personas que han sido eliminadas de la lista aún siguen desaparecidas.

En un país con un exceso de fosas clandestinas y cuerpos no identificados, la crisis de los desaparecidos se ha vuelto intensamente política, con críticos del presidente Andrés Manuel López Obrador acusándolo de intentar encubrir el historial de violencia de su administración antes de las elecciones nacionales de junio.

Las familias acusan al presidente de “desaparecer a los desaparecidos”.

“Van a cerrar los expedientes y archivar todos los casos”, lamentó Virginia Garay Cazares, cuyo hijo de 19 años desapareció en 2018 camino a trabajar en un puesto de hot dogs y hamburguesas en la ciudad occidental de Tepic. “No entienden el dolor y la angustia de aquellos de nosotros con seres queridos desaparecidos”.

López Obrador ha negado cualquier plan de manipular los registros o dejar de buscar a los desaparecidos. “No tenemos ninguna intención, nunca la hemos tenido, de borrar a ninguno de los desaparecidos”, dijo recientemente a los periodistas. “Lo que está sucediendo es una revisión y búsqueda general, a nivel nacional, para aclarar precisamente el número de desaparecidos y poner eso en orden”.

El presidente ha acusado a sus enemigos de ser “buitres” y ha afirmado que los opositores “se infiltraron” en el gobierno e inflaron los números de desaparecidos para manchar su administración.

Aunque cientos de personas desaparecieron en México durante su propia represión brutal contra militantes de izquierda durante los años sesenta y setenta, el problema más grave actualmente es el crimen organizado. En 2006, el gobierno declaró la guerra a los carteles de la droga, desencadenando una ola de violencia que no ha disminuido.

Uno de los casos de desaparición más conocidos es el de los 43 normalistas de Ayotzinapa en el estado occidental de Guerrero, cuyos presuntos asesinatos nunca se han resuelto. Desde que desaparecieron en 2014, solo se han encontrado unos pocos restos quemados.

Cuando López Obrador asumió el cargo en 2018 prometiendo reducir el crimen y la violencia, el número oficial de desaparecidos era de aproximadamente 53,000. Su administración aumentó la financiación para la comisión gubernamental de búsqueda creada para ayudar a encontrarlos.

Pero para 2022, el total superaba los 100,000. López Obrador, que a menudo cita “otros datos” cuando cuestiona las estadísticas que no le gustan, comenzó a expresar dudas sobre la veracidad de los números. Ordenó un exhaustivo nuevo censo de los desaparecidos. Casi 5,000 empleados del gobierno se dispersaron por todo el país para tocar puertas, examinar archivos policiales e investigativos y revisar registros de vacunación, registros de ayuda pública y listas electorales. A lo largo del próximo año, realizaron más de 111,000 visitas domiciliarias y 86,000 llamadas telefónicas. En diciembre, el gobierno publicó los resultados: de las más de 110,964 personas oficialmente registradas como desaparecidas hasta agosto, solo alrededor del 11% se pudieron corroborar como desaparecidas.

“Tenemos un registro en el que a veces solo tenemos un nombre o un apodo”, dijo la secretaria de Gobernación de México, Luisa María Alcalde, a los periodistas.

Aproximadamente el 15% de los que estaban en la lista fueron declarados “localizados”: muertos, encarcelados o vivos en casa.

Las autoridades consideraron que el 16% de los desaparecidos estaban “ubicados”: es decir, los investigadores usaron bases de datos o trabajaron en sus teléfonos para rastrearlos, pero no los vieron “cara a cara”.

En el 56% de los casos, había poca información incluso para iniciar una búsqueda. La revisión sugirió que algunos de los desaparecidos en realidad nunca existieron.

No apareció evidencia de una conspiración interna para manchar el gobierno, una acusación que López Obrador ha seguido promoviendo.

“No hemos permitido la represión, las masacres ni la desaparición de nadie”, dijo a los periodistas el mes pasado, insistiendo en que los números oficiales simplemente no eran “lógicos”. En su último año en el cargo, López Obrador –

Sección de preguntas frecuentes:

1. ¿Por qué el gobierno está depurando el registro de personas desaparecidas?
El gobierno mexicano está depurando el registro de personas desaparecidas para eliminar entradas falsas, como nombres duplicados y casos de personas que se descubrió que están vivas.

2. ¿Han encontrado a todas las personas eliminadas del registro?
No, muchas personas que han sido eliminadas del registro aún siguen desaparecidas, según sus familias.

3. ¿Por qué se ha vuelto la crisis de los desaparecidos intensamente política?
La crisis de los desaparecidos en México se ha vuelto intensamente política debido a las acusaciones de que el presidente Andrés Manuel López Obrador está intentando encubrir el historial de violencia de su administración antes de las elecciones nacionales.

4. ¿Qué ha negado el presidente López Obrador?
El presidente López Obrador ha negado cualquier plan de manipular los registros o dejar de buscar a los desaparecidos. Ha afirmado que lo que está sucediendo es una revisión y búsqueda general para aclarar el número de desaparecidos.

5. ¿Cuál es el problema más grave actualmente en México en cuanto a desapariciones?
El problema más grave actualmente en México en cuanto a desapariciones es el crimen organizado.

6. ¿Qué hizo la administración de López Obrador para ayudar a encontrar a los desaparecidos?
La administración de López Obrador aumentó la financiación para la comisión gubernamental de búsqueda creada para ayudar a encontrar a los desaparecidos.

7. ¿Cuál fue el resultado de la revisión realizada por el gobierno?
De las más de 110,964 personas oficialmente registradas como desaparecidas hasta agosto, solo alrededor del 11% se pudieron corroborar como desaparecidas.

8. ¿Qué porcentaje de los desaparecidos fueron declarados “localizados”?
Aproximadamente el 15% de los desaparecidos en la lista fueron declarados “localizados”: muertos, encarcelados o vivos en casa.

9. ¿Qué porcentaje de los desaparecidos estaban “ubicados”?
El 16% de los desaparecidos estaban “ubicados”, lo que significa que los investigadores pudieron rastrearlos utilizando bases de datos o trabajando en sus teléfonos, pero no los vieron cara a cara.

10. ¿Qué conclusiones se obtuvieron de la revisión?
La revisión sugirió que algunas de las personas registradas como desaparecidas en realidad nunca existieron. No apareció evidencia de una conspiración interna para manchar al gobierno.

Enlaces relacionados sugeridos:
gob.mx – Sitio web del gobierno de México.
ine.mx – Sitio web del Instituto Nacional Electoral de México.

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ByJoe Roshkovsky

Joe Roshkovsky is a seasoned writer and thought leader in the fields of new technologies and financial technology (fintech). He holds a Master’s degree in Business Administration from the University of Kentucky, where he specialized in digital innovation and financial systems. With over a decade of experience in the tech industry, Joe has contributed insightful analyses and articles that bridge the gap between complex technological advancements and their practical applications in finance. Previously, he worked as a senior analyst at Crucial Solutions, where he played a pivotal role in developing strategic frameworks for fintech innovations. Joe's passion for technology and finance drives his commitment to informing and educating readers on the latest trends and developments shaping the future of these dynamic sectors.